Extraño el sabor y el sazón de mama. Me gusta cocinar, por que es una terapia, mientras cocino, me pongo a pensar en cosas que han pasado o bien en planes que estoy haciendo, eso si siempre con mente positiva para que la comida no tenga sabor a tristeza o furia.
Tengo ganas de hacer chilaquiles o mole, pero mole así rico con pollito y arroz rojo con chicharos y zanahorias.
Para acompañar haré agua de jamaica o de limón, lo primero que encuentre en el refrigerador y de postre... compraré helado de vainilla.
Cuando hago de comer me gusta que la casa huela a eso, a casita donde se hace verdadera comida y le da un toque de hogar, además que relaja el ambiente y hace la estancia mas rica y plena.
Me voy al mercado a comprar el pollo, mole y tortillas para hacer de comer....